En el centro de lo que hoy es Santiago de Querétaro existió un poblado llamado Tlachco asentado sobre el cerro del Sangremal. Los antiguos habitantes peregrinaban hasta este lugar sagrado y dejaban ofrendas para sus dioses, pidiéndoles buenas lluvias. Curiosamente, años más tarde, fue ahí, en el cerro del Sangremal, donde desembocaría el agua traída por el Acueducto.
viernes, 15 de enero de 2016
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