Región Sierra Sur/Distrito de Putla/San Pedro Amuzgos Oaxaca
Este pequeño grupo étnico que habita
entre los límites de Oaxaca y Guerrero llama la atención por la fuerza
con que conserva sus tradiciones. Destaca a simple vista la bella
indumentaria que los distingue.
Los impresionantes paisajes de la sierra sorprenden gratamente a quien decide internarse en la mixteca. Se mezclan una gran variedad de colores: múltiples variaciones de verdes, amarillos, cafés, terracotas; y los azules, cuando son visitados por el blanco, anuncian la lluvia que nutre a toda la región. Esta belleza visual es el primer regalo con el cual los visitantes son agasajados.
Tomamos dirección rumbo a Santiago Pinotepa Nacional; en la parte más alta de la sierra están las ciudades de Tlaxiaco y Putla, puertas de entrada a muchas comunidades mixtecas y triquis. Seguimos nuestra ruta bajando hacia la costa, unos kilómetros antes de alcanzarla llegamos a San Pedro Amuzgos, que en su idioma original se llama Tzjon Non (también se escribe como Tajon Noan) y significa “pueblo de hilados”: es la cabecera municipal amuzga por el lado de Oaxaca.
Allí, como en los lugares que visitaríamos después, nos sorprendió la nobleza de su gente, su vitalidad y el trato cordial. Al recorrer sus calles, llegamos hasta una de las cuatro escuelas que ahí existen; nos llamó la atención cómo decenas de niñas y niños, entre risas y juegos, participaban en la construcción de un nuevo salón de clases; su labor consistía en transportar agua para la mezcla, en botes según el tamaño de cada quien. Uno de los maestros nos explicó que ellos acostumbran a hacerse cargo de las tareas pesadas o complejas entre todas las que realizaba la comunidad; en este caso el trabajo de los pequeños era esencial, pues traían el agua de un pequeño riachuelo. “Hay seguía y el agua la cuidamos mucho”, nos dijo. Mientras los pequeños se divertían con su tarea y hacían competencias de rapidez, los maestros y algunos padres de los chicos llevaban a cabo las faenas destinadas a levantar la nueva parte de la escuela. Así todos colaboran en una labor importante y “por ellos se aprecia más”, señaló el maestro. La costumbre de realizar el trabajo de manera colectiva para lograr un objetivo común es muy habitual en Oaxaca; en el istmo se conoce comoguelaguetza, y en la mixteca lo llaman tequio.
Los amuzgos o amochcos son un pueblo peculiar. Si bien han sufrido influencias de sus vecinos los mixtecos, con quienes están emparentados, sus costumbres y su propia lengua permancen vigentes y en algunos aspectos se han fortalecido. Son famosos en la región de la mixteca baja y de la costa por sus conocimientos sobre plantas silvestres con usos terapéuticos, y también por el gran desarrollo alcanzado en la medicina tradicional, en la cual tiene mucha confianza, pues aseguran que resulta mucho más efectiva.
Para conocer algo más de este pueblo intentamos acercarnos a su historia: descubrimos que la palabra amuzgo viene de la voz amoxco (del náhuatl amoxtli, libro, y co, locativo); por tanto, amuzgo significaría: “lugar de libros”.
Según los indicadores socioeconómicos del censo realizado por el INI en 1993, este grupo étnico estaba formado por 23 456 amuzgos en el estado de Guerrero y 4 217 en Oaxaca, todos hablantes de su lengua nativa. Sólo en Ometepec se maneja más el español que el amuzgo; en las demás comunidades los habitantes hablan su lengua y hay pocas personas que dominan bien el español.
Los impresionantes paisajes de la sierra sorprenden gratamente a quien decide internarse en la mixteca. Se mezclan una gran variedad de colores: múltiples variaciones de verdes, amarillos, cafés, terracotas; y los azules, cuando son visitados por el blanco, anuncian la lluvia que nutre a toda la región. Esta belleza visual es el primer regalo con el cual los visitantes son agasajados.
Tomamos dirección rumbo a Santiago Pinotepa Nacional; en la parte más alta de la sierra están las ciudades de Tlaxiaco y Putla, puertas de entrada a muchas comunidades mixtecas y triquis. Seguimos nuestra ruta bajando hacia la costa, unos kilómetros antes de alcanzarla llegamos a San Pedro Amuzgos, que en su idioma original se llama Tzjon Non (también se escribe como Tajon Noan) y significa “pueblo de hilados”: es la cabecera municipal amuzga por el lado de Oaxaca.
Allí, como en los lugares que visitaríamos después, nos sorprendió la nobleza de su gente, su vitalidad y el trato cordial. Al recorrer sus calles, llegamos hasta una de las cuatro escuelas que ahí existen; nos llamó la atención cómo decenas de niñas y niños, entre risas y juegos, participaban en la construcción de un nuevo salón de clases; su labor consistía en transportar agua para la mezcla, en botes según el tamaño de cada quien. Uno de los maestros nos explicó que ellos acostumbran a hacerse cargo de las tareas pesadas o complejas entre todas las que realizaba la comunidad; en este caso el trabajo de los pequeños era esencial, pues traían el agua de un pequeño riachuelo. “Hay seguía y el agua la cuidamos mucho”, nos dijo. Mientras los pequeños se divertían con su tarea y hacían competencias de rapidez, los maestros y algunos padres de los chicos llevaban a cabo las faenas destinadas a levantar la nueva parte de la escuela. Así todos colaboran en una labor importante y “por ellos se aprecia más”, señaló el maestro. La costumbre de realizar el trabajo de manera colectiva para lograr un objetivo común es muy habitual en Oaxaca; en el istmo se conoce comoguelaguetza, y en la mixteca lo llaman tequio.
Los amuzgos o amochcos son un pueblo peculiar. Si bien han sufrido influencias de sus vecinos los mixtecos, con quienes están emparentados, sus costumbres y su propia lengua permancen vigentes y en algunos aspectos se han fortalecido. Son famosos en la región de la mixteca baja y de la costa por sus conocimientos sobre plantas silvestres con usos terapéuticos, y también por el gran desarrollo alcanzado en la medicina tradicional, en la cual tiene mucha confianza, pues aseguran que resulta mucho más efectiva.
Para conocer algo más de este pueblo intentamos acercarnos a su historia: descubrimos que la palabra amuzgo viene de la voz amoxco (del náhuatl amoxtli, libro, y co, locativo); por tanto, amuzgo significaría: “lugar de libros”.
Según los indicadores socioeconómicos del censo realizado por el INI en 1993, este grupo étnico estaba formado por 23 456 amuzgos en el estado de Guerrero y 4 217 en Oaxaca, todos hablantes de su lengua nativa. Sólo en Ometepec se maneja más el español que el amuzgo; en las demás comunidades los habitantes hablan su lengua y hay pocas personas que dominan bien el español.
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